Las emociones han ayudado a los humanos a evolucionar y sobrevivir. Según Ekman, quien desarrolló la rueda de la emoción, “Sería muy peligroso si no tuviéramos emociones. También sería una vida muy aburrida. Porque, básicamente, nuestras emociones nos impulsan: alegría, placer, incluso ira”. Por eso es importante que seamos capaces de comprender las emociones, ya que juegan un papel tan importante en la forma en que nos comportamos. Las emociones son fundamentalmente constructivas. Están influenciados por lo que es bueno para nuestra especie en general y lo que aprendimos durante nuestra crianza. Guían nuestro comportamiento de una manera que debería conducirnos a un resultado positivo. Sin embargo, pueden volverse destructivas si las emociones que hemos aprendido ya no se ajustan a nuestra situación, o si las emociones subconscientes provocan reacciones que no podemos entender. Así como conocer tu personalidad utilizando eneagramas puede ayudarte a entender una gran parte de tu manera de reaccionar, el estar en contacto con tus emociones y convertir tu comprensión en acción se llama conciencia emocional. Ser capaz de hacer esto con los demás también se conoce como inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones así como reconocer, comprender e influir en las de los demás. El estudio de la inteligencia emocional ha ganado mucha popularidad desde mediados de la década de 1990, con profesionales de negocios, entrenadores de relaciones y más que usan el término para alentar a otros a mejorar sus vidas. Muchos investigadores creen que la inteligencia emocional se puede mejorar con el tiempo, mientras que algunos argumentan que es un rasgo con el que nacemos o sin él. Los componentes de la inteligencia emocional incluyen:
Claramente, hay beneficios personales y profesionales para mejorar su inteligencia emocional. Una alta inteligencia emocional se correlaciona con un mejor desempeño laboral, hace a las personas mejores líderes y crea las condiciones para la felicidad personal. Además de los beneficios personales: calma y claridad mental, resiliencia y relaciones más satisfactorias. La inteligencia emocional juega un papel en el éxito general al igual que la inteligencia tradicional. De hecho, algunos investigadores argumentan que puede ser más importante. En su libro de 1995 "Inteligencia emocional: por qué puede importar más que el coeficiente intelectual", el psicólogo Daniel Goleman introdujo la idea de un EQ. Al igual que un coeficiente intelectual, un EQ es una medida de la aptitud de inteligencia emocional de las personas. Goleman argumenta que EQ cuenta el doble que IQ y habilidades técnicas combinadas cuando se trata de tener éxito. Si eso es cierto o no, ciertamente es discutible, pero la inteligencia emocional ha sido útil para los humanos a lo largo de nuestra evolución e historia. Desempeñó un papel mucho antes de que se definiera oficialmente, y probablemente lo seguirá haciendo en los años venideros.
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February 2022
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